Entrevista a Marissa Vivaldo Martínez, especialista en políticas de atención al envejecimiento.

El martes 08 de octubre de 2024, se llevó a cabo una entrevista con Marisa Vivaldo, especialista en envejecimiento poblacional y seguridad económica. El propósito de la conversación fue explorar su experiencia profesional y académica, además de analizar las implicaciones del envejecimiento en el ámbito laboral y los sistemas de pensiones, tanto a nivel global como en México, con un enfoque especial en el estado de Tlaxcala.
Marissa Vivaldo es licenciada en Relaciones Internacionales y cuenta con una maestría en Género y Cuidado con Perspectiva Latinoamericana, así como un doctorado en Ciencias con orientación en Salud Colectiva, centrado en Políticas y Prácticas de Salud. Aunque no completó su proceso de titulación doctoral, ha estado involucrada en el estudio del envejecimiento desde el inicio de su carrera. Su interés en el tema surgió con su tesis de licenciatura, que analizaba los alcances y limitaciones de los acuerdos internacionales sobre el envejecimiento, lo cual la llevó a realizar su servicio social en la Unidad de Investigación en Gerontología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM.
Uno de los retos más significativos es el edadismo, la discriminación basada en la edad, que limita las oportunidades de las personas mayores en el ámbito laboral.
Con los años, Marissa ha impartido cursos en Educación Continua sobre envejecimiento y ha participado en investigaciones a nivel local, nacional e internacional. También ha contribuido en el desarrollo de políticas públicas de envejecimiento para diferentes gobiernos en México.
La entrevista abordó la creciente tendencia del envejecimiento demográfico y sus efectos en los sistemas laborales y de pensiones. Marissa explicó que, aunque inicialmente se consideraba que el envejecimiento solo representaba una carga financiera para los estados, ahora se reconoce que también puede generar beneficios económicos. Sin embargo, uno de los principales desafíos ha sido la falta de previsión en los sistemas de pensiones, que no anticiparon el aumento en la esperanza de vida. Afortunadamente, en las últimas dos décadas, se han realizado ajustes para mejorar la calidad de vida de las personas mayores durante su retiro.
Uno de los retos más significativos es el edadismo, la discriminación basada en la edad, que limita las oportunidades de las personas mayores en el ámbito laboral. Marissa subrayó la importancia de diseñar políticas públicas que valoren la diversidad de habilidades y experiencias de las personas mayores, dejando de lado estereotipos y prejuicios.
Marissa también resaltó la necesidad de construir una sociedad inclusiva para todas las edades. Esto implica reconocer que ciertos trabajos, como la minería, requieren condiciones óptimas para la jubilación, mientras que en áreas como la academia, la jubilación debería ser opcional, ya que muchas personas alcanzan su máxima productividad en edades avanzadas. Asimismo, destacó la importancia de integrar la perspectiva de género, derechos humanos e interseccionalidad en el diseño de estas políticas.
La situación de muchas personas mayores en México es precaria. Menos del 20% de ellas tiene acceso a una pensión, lo que las obliga a continuar trabajando en el sector informal. Esto evidencia la urgencia de realizar reformas en los sistemas de protección social y laborales para garantizar que un mayor porcentaje de la población tenga acceso a una jubilación digna.
Marissa destacó modelos exitosos de protección social, como el de Corea del Sur, que ofrece un sistema integral para el cuidado y protección de las personas mayores, generando empleos y asegurando el bienestar de todas las generaciones. En Europa, muchos países cuentan con sistemas avanzados de protección social que garantizan la calidad de vida en la vejez.
En cuanto a México, Marissa enfatizó la necesidad de desvincular la protección social del empleo formal, para que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de salud, educación y pensiones. Además, mencionó que las pensiones deben ser vistas como una inversión que puede dinamizar la economía, como ocurrió en España durante la crisis económica, donde las pensiones ayudaron a sostener la demanda interna.
En resumen, la entrevista con Marisa Vivaldo revela la necesidad urgente de adaptar los sistemas de protección social a las realidades demográficas, valorando el aporte de las personas mayores y asegurando su bienestar mediante políticas inclusivas, sostenibles y centradas en los derechos humanos. Este enfoque es esencial para enfrentar los retos que presenta el envejecimiento poblacional y para aprovechar las oportunidades que ofrece en términos de desarrollo económico y social.
