Panorama del trabajo infantil

Luis Miguel Álvarez Sánchez, Alejandra Guzmán Saldívar, Gerardo Ismael Hernández Brito, Ximena Sánchez Bonilla, Carlos Fernando Tamayo Herrera y Carolina Xicohtencatl Crespo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) definió al trabajo infantil como todo aquel que priva a niñas, niños y adolescentes de su potencial y dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.  Además, la OIT explica que no todo trabajo realizado por un niño es considerado trabajo infantil; las normas internacionales definen el trabajo infantil como aquel que podría afectar negativamente la salud o el desarrollo de los infantes, aquel que exige demasiadas horas o es realizado por niños demasiado pequeños. En los casos más extremos de trabajo infantil, se ven sometidos a esclavitud, lo separan de su familia y se ven expuestos a peligros y enfermedades. De esto podemos deducir que el trabajo infantil interfiere con el derecho del niño a la educación o al juego. 

Actualmente el trabajo infantil es un problema que persiste a pesar de los esfuerzos por erradicarlo. Según un informe de la Oficina Internacional del Trabajo y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2021) las últimas estimaciones mundiales indican que aproximadamente 160 millones de niños (63 millones de niñas y 97 millones de niños) se encontraban en situación de trabajo infantil a nivel mundial a principios del 2020, lo que representa casi 1 de cada 10 niños en todo el mundo.  

En México existen aproximadamente tres millones de niños de 5 a 17 años que se encuentran en situación de trabajo infantil lo cual ubica a nuestro país en situación de riesgo extremo. UNICEF en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aportó su asesoría técnica y en 2007 introdujo en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) elaborada por el INEGI un módulo sobre Trabajo Infantil.  En América han hecho grandes progresos en los últimos años en cuanto a la disminución del trabajo infantil. 

El trabajo infantil surge por estrategias del hogar para sobrevivir, es decir, el trabajo infantil viene influido de más problemas internacionales, como lo es la pobreza en los países o comunidades; al referirnos de la pobreza, podemos explicar que hay trabajos en los que las familias no reciben buenos ingresos para mantener sus necesidades, así como el agua, la comida, casa, etc, cabe recalcar que al existir este problema, las familias se ven obligadas a generar más ingresos por lo que en esos momentos críticos, los padres acostumbran a mandar a sus hijos a trabajar para generar mejor economía en su familia. 

“Estudios que analizan el trabajo infantil y la asistencia escolar tienden a sustentarse en modelos neoclásicos de decisiones del hogar o suelen ligar dichos fenómenos con las decisiones de fertilidad de la madre” (Bando, López-Calva et al., 2005; Dammert,2010). 

Muchos de los niños que trabajan no asisten tanto a la escuela, incluso la mayoría de estos la dejan antes de concluir su educación básica (primaria), lo que hace que cuando lleguen a la etapa adulta las oportunidades de trabajo se limiten a empleos poco calificados o que debido a la desinformación sobre sus derechos laborales no reciban un trato digno durante la vida laboral en la edad adulta, por lo que esto explica que el trabajo infantil no solo afecta en el momento que la problemática se presenta, sino, también en el futuro. 

Hay que mencionar que estudios demuestran que el ingreso que llega a casa donde hay niños en la vida laboral es un aproximado de entre el 20 y 25 porciento lo que consigue el niño o niña en cuestión, pero en largo plazo disminuye la formación del capital humano y progresivamente el trabajo infantil influye negativamente en el nivel educativo de la comunidad, causando que la población infantil se vea directamente influenciada.  

Sin embargo, toda la información mencionada no quiere decir que los niños, niñas o adolescentes no deban participar o realizar actividades laborales. Según la Unicef (United Nations Children’s Fund) México, aunque el trabajo infantil tenga implicaciones negativas, es un poco beneficioso ya que, si no interfiere con su educación escolar y las actividades recreativas que un menor necesita para desarrollarse sana e íntegramente, promueve y estimula el desarrollo físico, mental y moral. Al mismo tiempo la OIT, sostiene que por lo general es bueno el que los niños o adolescentes participen en algún tipo de trabajo que no atenten contra su salud ni interfiera con su escolarización. Es decir que, si el trabajo es digno, no pone en peligro la integridad física de los menores, y no interfiere en su desarrollo físico o mental, es posible que los infantes sean parte de estas actividades.  

(Trabajo infantil. s/f) 

En esta imagen es representado el trabajo infantil en su máxima expresión. Hay un niño ayudando a la recolección de algún fruto en condiciones dañinas, se puede observar que la piel del infante esta quemada por el sol, tiene la cara y las manos sucias, su ropa no está en las mejores condiciones. Este niño es seguro que no cuenta con más 7 años. Las condiciones de su trabajo no son dignas, el trabajo implica un esfuerzo físico grave para el infante, podría causar lesiones al cargar un peso tan grande considerando su edad. Las ramas de los arbustos frutales podrían generar rasguños en sus extremidades generando cicatrices, pero también cabe decir, que la mayoría de los niños como de este tipo de imágenes, no reciben la educación (escuela) que necesitan. 

En el documento mencionamos que en México existen leyes que protegen a los niños de este tipo de maltrato, y si es así, pero las autoridades no siempre hacen algo al respecto; existen diferentes acuerdos en México que ayudan a que los niños puedan trabajar antes de los 18 años, es decir, hay estados que proporcionan permisos desde los 15-16 años para que estos puedan hacer actividades laborales, siempre y cuando el tutor esté a favor y de consentimiento, al igual que este siempre de la cara en caso de alguna situación que ponga en riesgo la integridad del niño. 

En el país la mayoría de los niños que usan este permiso, el 30% lo hace por hobbie o por querer ganar dinero, el 70% lo hace por necesidades de que su familia tenga una mejor calidad de vida. Se debe de remarcar, que es más el por ciento que no usa este permiso, debido a que los padres de familia los ponen a trabajar sí o sí, o simplemente como aun no tienen la edad necesaria para trabajar lo hacen de contrabando. 

La cámara de diputados resalta que: “Cuando las autoridades del trabajo detecten trabajando a un menor de quince años fuera del círculo familiar, ordenará que de inmediato cese en sus labores. Al patrón que incurra en esta conducta se le sancionará con la pena establecida en el artículo 995 Bis de esta Ley (se le impondrá multa por el equivalente de 3 a 155 veces el salario mínimo general). En caso de que el menor no estuviere devengando el salario que perciba un trabajador que preste los mismos servicios, el patrón deberá resarcirle las diferencias).” (Gobierno de México, 2015). 

Cómo ya mencionamos hay demasiados niños en estas condiciones, algunos aportan gran parte del ingreso familiar. Otros no lo hacen por necesidad propia, son obligados a realizar estas tareas por sus habilidades finas o características físicas. La mayoría no sabe sobre los derechos que tiene solo por ser un ser humano. Algunos no saben leer, pero ya hacen trabajos en los que arriesgan su vida. Lamentablemente muchos mueren realizando este tipo de actividades.  

En conclusión, el trabajo infantil, se define como la práctica que priva a los niños de una niñez “normal”, y sus derechos, siendo perjudicial en casos donde afecta a su salud y educación. No obstante, algunas actividades laborales pueden ser beneficiosas si no interfieren con su desarrollo, educación y salud. La prevalencia del trabajo infantil sigue siendo un problema significativo en todo el mundo que es causado por la pobreza y la necesidad de dinero, lo cual limita las oportunidades futuras de los niños. Sin embargo, nosotros no tenemos la intención de solo investigar datos sobre el problema. Hemos decidido que enfocaremos nuestra investigación en lo judicial. 

Pensamos que el trabajo infantil en México necesita tener un enfoque multifacético que integre políticas efectivas, educación y participación comunitaria. Pues a pesar de los avances, el trabajo infantil persiste debido a factores económicos y sociales. Para erradicarlo, es crucial fortalecer las leyes laborales, mejorar la calidad y el acceso a la educación, y abordar la pobreza y la desigualdad. Igual consideramos que se deben de promover campañas de concientización y apoyar a las familias para que puedan ofrecer alternativas viables para sus hijos. La colaboración entre el gobierno, organizaciones no gubernamentales y el sector privado es esencial para asegurar un futuro en el que los niños puedan desarrollarse plenamente sin la carga de trabajo.