La organización Internacional del Trabajo (OIT), define el trabajo infantil como “trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”. Se le considera un problema internacional por su presencia en diversas partes del mundo y el impacto negativo que tiene en todas las menores víctimas de este.
Comprender el trabajo infantil es fundamental para abordar de manera efectiva este grave problema que afecta a millones de niños en todo el mundo. Difundir su magnitud, causas, consecuencias y las condiciones en las que trabajan los niños, es esencial para implementar medidas eficaces que protejan los derechos de los menores y tengan oportunidades para una vida mejor. Además, conocer el impacto del trabajo infantil en la vida y desarrollo de las víctimas ayuda a sensibilizar a la sociedad y a promover un cambio cultural que rechace la explotación infantil.
